La resiliencia se refiere a "la capacidad de sobreponerte a las adversidades y adaptarte a las situaciones difíciles".
Ser inversionista con buenos resultados y constantes, no es tarea fácil y esta actividad requiere gran dosis de resilencia.
Hoy quiero referirme a Stephen A. Schwarzman fundador de Blackstone, una de las personalidades más respetadas y admiradas del mundo empresarial actual, quien indudablemente es un modelo de "resilencia", claro que cuando alguien es muy exitoso, seguramente es modelo de muchas cosas.
Pero cuando iniciaba su carrera como emprendedor, nos comenta en su libro "What It Takes: Lessons in the Pursuit of Excellence", ésta no comenzó con el pie derecho.
En su primera cita arrancando Blackstone en 1985, él y su socio Pete Peterson, viajaron a Boston para entrevistarse con los administradores del "endowmend fund" del MIT. Era viernes a las 3:00 pm, llegaron y encontraron la oficia cerrada, llamaron y no hubo respuesta, volvieron a llamar durante tres veces más, hasta que un conserje que pasaba por ahí les comentó que no había nadie y que regresarían hasta el lunes, pues él los había visto salir. Pete y Stephen, abandonaron el edificio en el momento que empezó a llover, no llevaban impermeable ni pagaguas, llovía cada vez con más fuerza, Stephen sentía como el agua le entraba por los ojos y le escurría por la cara, hasta que consiguieron abordar un taxi.
Al rato, ambos estaban sentados en el aeropuerto, era viernes por la noche, estaban empapados y desmoralizados, no habian levantado un solo dólar para su negocio y en ese momento conocieron la sensación de desesperación que sufre todo emprendedor, cuando es consciente de la brecha que existe entre su realidad y el negocio que se imaginó.