Hay que votar el domingo 2 de junio
La pobre democracia mexicana tiene un compromiso con la historia.
Estamos en un país donde la clase política ha sido incapaz de construir una democracia participativa donde las ideas y las opiniones divergentes puedan ser discutidas.
En un modelo de gobierno donde hay según esto tres poderes, observamos que entre ellos no hay conversación, no hay diálogo y menos hay ningún intento de reflexión. El ejecutivo ya no se para en el congreso ni siquiera para una foto, cuando pienso que por lo menos 2 veces al año debería de someterse a un rudo interrogatorio para justificar sus acciones, si son buenas no tendrá oposición, si son unas tonteras, pues que se lo reclamen los otros representantes del pueblo.
El sistema electoral es sumamente limitado. No tenemos segunda ronda de elecciones, no hay forma de limpiar la elección de terceros y cuartos puestos que están estorbando. Nuestra democracia necesita madurar mucho. Necesitamos hacer campañas con sentido y no promesas y promesas sin freno, fantasiosas e inalcanzables.
Los debates son un diálogo de sordos, no hay preguntas y respuestas, solo hay exposiciones huecas, unilaterales e irreflexivas. Una gran pérdida de tiempo.
El principal problema del país es la falta de educación del llamado “pueblo”. 120 millones de personas que tienen como fuente de conocimiento a una televisión chafa, cuyo propósito no es educar sino cachar audiencias para cobrar anuncios.
Los líderes del magisterio, espantan, tan solo de verlos uno se preocupa de que los niños compartan un salón con semejantes personajes.
Un pueblo inculto, que no lee, que no discute, que no conversa, es un pueblo manipulable y es un puñado de votos que son el botín de cada partido político y de cada candidato.
Gracias a la falta de cultura y conocimiento por parte de la población, los políticos los engañan constantemente, ofrecen un bienestar inexistente que primero genera esperanzas y después termina en el famoso “ya ni modo”.
El próximo domingo, gane quien gane, no importa, será la nueva figura diaria y espero que se apague el reflector del actual mandatario que ha quedado a deber en todos los rubros excepto en el de victimizarse y seguir haciendo un circo de propaganda todos los días.
En el basurero de la historia quedará el mandatario con ínfulas de empresario que canceló un aeropuerto, bueno o malo pero necesario y lo sustituyó con deuda y una terminal inoperante. Pasará a su lugar en la basura por hacer un banco donde no hacían falta bancos, por obligar a la gente a hacer filas y trámites burocráticos, construyendo una red de sucursales en una era digital. Un mandatario que en sus sueños de empresario quiso construir un tren por encima de toda congruencia ambiental y de conservación y después de destruir todo lo que pudo, le salió chafa, mal hecho, caro para el país y para el usuario, que tendrá como herencia una pérdida de recursos perene. Los políticos hacen negocios que nunca recuperan el valor de su inversión y este mandatario abusó de esta incapacidad.
También tenemos otras obras caras, inútiles y una refinería que no sabemos si sirve para algo o si hacía falta, pero con la típica cantaleta estúpida de la soberanía energética, siempre hay pretextopara hacer estupideces.
Saldremos a votar el próximo domingo por nuestro candidato o candidata y tendremos un nuevo ungido para ocupar una silla enorme, tan grande que ningún personaje la ha podido llenar en más de 100 años.
El país se merece mucho más. La gente, el pueblo, se merecen más, mis oraciones las dedico a pedir que el nuevo gobernante sea capaz de entregar resultados, sin locuras y que beneficien a la población con empleo, con ingreso y sobre todo quiero pedir un gobernante que transmita el deseo de avanzar, de progresar, de salir adelante, de ser exitosos, de alcanzar metas, de llegar a la cima, ya basta de escuchar todos los días una alabanza a la mediocridad y a la incapacidad.
¡Viva México!
había algunos errores ortográficos que se fueron en la última revisión, fueron 44 en total que ya están corregidos. -