El principal enemigo de tus inversiones es LA INFLACIÓN
La inflación es un fantasma invisible que atenta en contra de tus ahorros, reduce el poder de compra de la moneda, encarece la vida diaria y puede erosionar tu capital líquido.
La inflación se presenta cuando el precio de las cosas que compramos aumenta. Por ejemplo, ¿recuerdan cuando solían comprar un helado por solo unos pocos centavos? Ahora, ese mismo helado cuesta mucho más. Eso es la inflación.
La inflación también puede reducir el valor de las inversiones y del patrimonio. ¿Qué quiere decir esto? Supongan que tienen dinero guardado en inversiones que pagan una tasa de interés. Si la inflación es alta, es posible que la tasa de inversión sea menor que la tasa de la inflación y con el tiempo ese dinero ya no valdrá tanto como hoy. Por ejemplo, si tienen 10,000 dólares guardados en su cuenta de inversión y la inflación es del 5% al año, al final del año esos 10,000 dólares tendrán menos poder de compra y sería equivalente a tener ahora 9,500 dólares.
La inflación en nuestra vida diaria se manifiesta cuando vamos de compras y vemos que los precios de las cosas suben constantemente. También puede verse en los precios de las viviendas, los alimentos o incluso en el costo de actividades triviales como ir al cine. Todo esto son señales de que la inflación está en acción.
Viví de cerca el caso de una familia donde se perdió mucho valor por culpa de la inflación, en este caso, el patriarca era un familiar cercano, por parte de la familia de mi padre, él trabajó muy duro en los mejores años de su vida, era avispado para hacer negocios y fue bueno para ahorrar y adquirir propiedades en bienes raíces, su esposa murió a temprana edad y él sacó adelante a sus tres hijos hasta la vida adulta, dos hombres y una mujer que era la hermana de en medio. Hacia el ocaso de su vida, el patriarca enfermó de cáncer y luchó por su vida perdiendo la batalla en un poco menos de dos años. Con el tiempo que pudo vivir antes de su partida, arregló sus negocios, su testamento y su herencia. Siendo hombre justo y ecuánime, hizo una herencia muy balanceada entre cada uno de sus hijos, dejándoles a cada quien, algo de efectivo, bienes, algunas joyas y las propiedades las repartió en forma bastante equilibrada, excepto por un inmueble de gran tamaño que tuvo que dejar a los tres por partes iguales. En el tiempo en que los hijos recibieron la herencia de su padre, la economía tenía tasas de interés inusualmente altas y la inflación estaba más o menos controlada. El hijo mayor y su hermana quisieron convertir la herencia en efectivo lo más rápido posible, pues querían adquirir algunos bienes muy deseados para ellos y el efectivo generaba atractivos rendimientos por el entorno de altas tasas de interés. No bastaba con eso y forzaron al hermano menor para vender la propiedad compartida, forzando ligeramente su valuación con el propósito de que se vendiera lo más rápido posible. Esta fue la única propiedad que el hermano menor vendió de todas las que recibió. En forma paulatina, en los años que siguieron a la muerte del patriarca familiar, la inflación aumentó por encima de los niveles promedio de los años previos y al paso del tiempo, 10 años después de la partida de padre de la familia, los hermanos que hicieron liquidez, encontraron mermado su patrimonio, los intereses que recibían por su efectivo ya no alcanzaban como antes para soportar su ritmo de gastos, pues las cosas habían subido de valor, no tenían otros ahorros y su efectivo, disminuido por los gastos y por la pérdida de valor causado por la inflación, ya no alcanzaba, es más ahora ellos mismos no eran capaces de comprar ni siquiera la mitad de los bienes que vendieron 10 años antes, los precios de los bienes raíces habían “subido” por las nubes. Por el contrario, y como corolario de esta historia, el hermano menor, el que no vendió propiedades, fue cuidadoso, tuvo los inmuebles rentados y mes a mes guardaba un poco de efectivo incrementando su cuenta de inversión en la que compraba instrumentos bursátiles. En 10 años 2/3 partes de una fortuna se erosionó, la inflación se comió los rendimientos aravado esto por los gastos y la falta de ahorro periódico. El hermano menor, ahora es el rico de la familia, el valor de sus rentas aumentó, el valor de las propiedades creció en forma similar a la inflación del período y lo mejor es que su cuenta de inversión creció más que proporcionalmente, incluso le da capacidad para comprar inmuebles por un valor similar al que recibió de la herencia de su padre.
A lo largo de la historia de la humanidad, hemos sido testigos de varios períodos de inflación que han dejado huellas significativas en las sociedades y economías del mundo, como algunos ejemplos que comento:
Uno de los períodos más oscuros de la historia económica mundial sucedió en Alemania después de la primera guerra mundial. La Hiperinflación en la República de Weimar (Alemania, 1921-1923) en Alemania la inflación se disparó a tasas astronómicas, con precios duplicándose cada día. Esto llevó a una situación caótica donde el dinero perdía su valor casi instantáneamente.
También países como Argentina y México han experimentado períodos de hiperinflación que dejaron profundas huellas en sus economías y sociedades. En Argentina, hubo una hiperinflación de 1989 provocada por altos niveles de deuda externa, déficits fiscales y políticas monetarias laxas. La hiperinflación de 1989, durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
También entre 2001-2002: Argentina volvió a enfrentarse a una grave crisis económica y la inflación alcanzó niveles alarmantes y la confianza en la moneda se desplomó.
En México la Crisis económica de 1982: A principios de la década de 1980, México enfrentó una crisis económica y financiera profunda, en gran parte debido al exceso de endeudamiento y a políticas económicas poco prudentes. Esto llevó a una devaluación significativa del peso mexicano y a un aumento rápido de los precios, aunque técnicamente no llegó a ser una hiperinflación. Sin embargo, la inflación fue alta y afectó negativamente el poder adquisitivo de la población, generando descontento social y político.
2. La crisis económica de 1994-1995: Esta crisis, conocida como el "Efecto Tequila", fue desencadenada por la devaluación del peso mexicano en diciembre de 1994. Aunque la inflación no alcanzó niveles de hiperinflación, hubo una pérdida significativa del valor del peso.
Estos episodios de hiperinflación y crisis económicas en Argentina y México ilustran cómo los desequilibrios macroeconómicos y las políticas monetarias deficientes pueden conducir a situaciones extremas que afectan adversamente a la vida de las personas y a la estabilidad de las naciones. Tales eventos históricos son recordatorios importantes de la necesidad de políticas económicas prudentes y una gestión financiera responsable para evitar la repetición de tales tragedias económicas.
Inversión contra la inflación:
Cuando nuestras inversiones logran un crecimiento que excede la tasa de inflación, el valor de nuestro capital aumenta en términos reales, es decir podemos comprar más cosas que al inicio del periodo de inversión. Sin embargo, si la inflación supera la tasa de crecimiento de nuestras inversiones, el poder adquisitivo de nuestro capital disminuye con el tiempo.
Resulta fundamental que nuestras inversiones produzcan un crecimiento que exceda la tasa de inflación, con el fin de preservar nuestro. Esto implica la adopción de decisiones de inversión informadas y diversificadas, diseñadas para proporcionar rendimientos consistentes y contrarrestar el efecto adverso de la inflación en el valor de nuestro capital a través del tiempo, siempre hay que estar atentos al nivel de inflación y al crecimiento de nuestro capital invertido.
En el cuadro de abajo observamos un capital de 1.000,000 de dólares en el 2014 que pierde valor y poder adquisitivo en 10 años, deteriorando cerca del 23% del valor original.
En ocasiones no estamos viendo cómo la inflación deteriora nuestro patrimonio, mantenemos el capital invertido en instrumentos “seguros” que pagan tasas de interés y no contemplamos el deterioro.